jueves, 9 de octubre de 2008

Archivo Antiguo Revela Mundo Antediluviano


CONOCIENDO UNO DE LOS CONTINENTES DE WAIKORO:



Antiguo Códice encontrado en reciente excavación en Uxmal.
LAS ANOTACIONES DE ANAK BATUM COPANTLI (PARTE I)

Hay fuerzas invisibles que gobiernan el mundo, son más antiguas que nuestra existencia misma, mucho más de lo que podamos imaginar. Esas fuerzas han estado en conflicto desde el origen de los tiempos, han librado batallas desde los confines más remotos del cosmos hasta nuestro planeta y permanecen en guerra aún en nuestros días. Ese conflicto ha dado forma a la humanidad, la cual fue hecha a imagen del Creador y luego fue corrompida por la intervención de la oscuridad cuyo deseo ha sido siempre la destrucción de los humanos.
Yo, Anak Batum Copantli, sacerdote de la Orden del Quetzal y primer ministro del reino de Axatum, he dedicado mi vida a estudiar los secretos del universo y la lucha que libran los señores del cosmos. Es así como, a lo largo de mis investigaciones, he llegado a poseer documentos muy antiguos, gracias a ellos conozco muchas de las cosas que han ocurrido para conformar el mundo actual. Por medio de esas crónicas sé que la tierra ha visto muchas edades en las cuales la presencia de diversas civilizaciones y numerosas razas, no sólo las que conocemos, sino muchas otras hoy en día olvidadas, ha marcado la historia de la humanidad y transformado la geografía del planeta.
Cada transición de una edad a otra se ha dado a raíz de grandes cataclismos y tragedias. Sin embargo, siempre quedan vestigios de las edades de la tierra. Estos documentos escritos en piedra, metal, cuero e, incluso, algunos hechos en fibras vegetales, existen gracias a diversos ingenios que los han protegido de los elementos destructores.
Representó una labor de muchos años y esfuerzo por parte de otros que me precedieron, descifrar los códigos usados por los antiguos, entender sus idiomas y tratar de interpretar sus conceptos; muchas cosas permanecen cubiertas por la bruma del misterio y otras no las he podido interpretar, pero sí he logrado tener una idea clara de la forma del mundo antes del gran cataclismo que partió la tierra y hundió en los abismos del mar al reino de Atalantl, hace tres mil quinientos años.
Existían siete masas continentales: Noralask, ubicada en la parte superior de la región nor-occidental; Aneuk, al este de Noralask y separada de ésta por un mar mediterráneo llamado Numarek. Al sur de estos continentes estaba Pachtacutli, el Corazón del Mundo, una faja de tierra que partía desde Noralask y Aneuk hasta el estrecho de Jicabarantl en cuya orilla opuesta se alzaba el continente austral que llamaban Chontli. Al este de Chontli estaba el mar de Namampuyá, el cual dividía a esta tierra de la tierra de Cimmer. Al sureste de Cimmer había un gran continente insular conocido como Magadisio del cual no se habla mucho en las crónicas antediluvianas. Finalmente, hacia el polo sur del globo, se hallaba un territorio sin nombre, el cual fue en un tiempo una región tropical, pero que, desde el cataclismo hasta hoy, está cubierta por hielos eternos.

2 comentarios:

  1. Muy bien Vitelius!! Muy bien! Has logrado engancharme con este prólogo.

    No estoy seguro dónde leí que en las costas de Brasil, cerca de Fortaleza, encontraron una estela fenicia que venía a demostrar los largos y sufridos viajes de una tripulación en busca de nuevas rutas comerciales.
    Te propongo que se incluya este elemento, como una semejanza con el relato "El Centinela" de Arthur C. Clark, donde una civilización extraterrestre dejaba en la luna un monolito en espera de que los humanos desarrollaramos la capacidad tecnológica para alunizar y así, fuera este avance, la señal para el contacto.
    Claro, no propongo meter a los extraterrestres, pero sí las estelas fijadas en las costas de cada uno de los continentes que mencionás, como si estas esperaran "el avance" de las otras civilizaciones para entrar en contacto.
    Se me viene a colación las cabezas de la Isla de Pascua (hay que mencionarlas con otros nombres míticos, por supuesto), las cabezas Olmecas, la esfinge egipcia, Tiwanaku en Bolivia (hay versiones que dicen que Tiwanaku fue un puerto de un mar que retrocedió)...esto como referencia, claro, pero la propuesta directa de inclusión para este mundo fantástico es la mención total de un gran lago en lo que hoy es Tegucigalpa, con su "Isla Ceremonial" en lo que hoy nombramos Cerro Juana Lainez. Un amigo panameño me contaba que él conoce a un escritor de bastante edad que dice haber leído en la Selva del Darién un libro donde se mecionaba la existencia de un "gran lago de altura" en el centro del istmo, y lo mejor de esto es que no se trata del Mexica, pues no hay mención de ello.
    ¿Te parece?
    ya iré aportando más, a ver cómo va creciendo el mundo, lo repartiré con mis contactos!

    Va el abrazo!

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  2. Fabricio Estrada dijo...
    Muy bien Vitelius!! Muy bien! Has logrado engancharme con este prólogo.

    No estoy seguro dónde leí que en las costas de Brasil, cerca de Fortaleza, encontraron una estela fenicia que venía a demostrar los largos y sufridos viajes de una tripulación en busca de nuevas rutas comerciales.
    Te propongo que se incluya este elemento, como una semejanza con el relato "El Centinela" de Arthur C. Clark, donde una civilización extraterrestre dejaba en la luna un monolito en espera de que los humanos desarrollaramos la capacidad tecnológica para alunizar y así, fuera este avance, la señal para el contacto.
    Claro, no propongo meter a los extraterrestres, pero sí las estelas fijadas en las costas de cada uno de los continentes que mencionás, como si estas esperaran "el avance" de las otras civilizaciones para entrar en contacto.
    Se me viene a colación las cabezas de la Isla de Pascua (hay que mencionarlas con otros nombres míticos, por supuesto), las cabezas Olmecas, la esfinge egipcia, Tiwanaku en Bolivia (hay versiones que dicen que Tiwanaku fue un puerto de un mar que retrocedió)...esto como referencia, claro, pero la propuesta directa de inclusión para este mundo fantástico es la mención total de un gran lago en lo que hoy es Tegucigalpa, con su "Isla Ceremonial" en lo que hoy nombramos Cerro Juana Lainez. Un amigo panameño me contaba que él conoce a un escritor de bastante edad que dice haber leído en la Selva del Darién un libro donde se mecionaba la existencia de un "gran lago de altura" en el centro del istmo, y lo mejor de esto es que no se trata del Mexica, pues no hay mención de ello.
    ¿Te parece?
    ya iré aportando más, a ver cómo va creciendo el mundo, lo repartiré con mis contactos!

    Va el abrazo!

    10 de octubre de 2008 9:29

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